THE GOLDFISH
Después de haber visto dos veces esta puesta en escena - y finalmente en presencial - he logrado dilucidar algunos detalles de la estética que la pantalla y los pixeles escondían.
“Deberíamos estar contentos” dice Él mientras le sigue un largo silencio. Y lo que llena el acto es la espera y la repetición. Dos herramientas que se entretejen para dar sensaciones de desasosiego tanto en la escena como en las butacas.
Los actores se sostienen con el juego y las expresiones faciales que coquetean con el público a través de la misma situación que hace unos momentos, pero levemente distinta.

Así se construye entonces la coreografía, desde la micro repetición hacia la repetición macro.
La espera en cambio se articula a través de la des-esperación. El no poder esperar genera el carácter lúdico de ambos actores y mantiene al espectador, justamente, a la espera que algo suceda. Antes que caiga en la misma cadencia hipnótica de cuerpos y sonido.
Lo que nos lleva a los espectadores, casi inevitablemente, a interpretaciones y preguntas beckettianas que atraviesan como flechazos nuestra rutina diaria y vida pandémica.
Juan Sebastián Ruales
Ficha Técnica
Dirección artística y coreografía: Nadinka Flores Sierra
Interpretación: Francisco Ordóñez y Vannessa Moncayo
Asistencia de dirección: Pedro S. Montoya
Vestuario: Adriana Valarezo Sevilla
Atrezo Javier Cardoner Varela
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