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El Atelier del Espectador empieza, parte 1

Aquí, en el Estudio, compartimos lenguaje, compartimos palabra, compartimos aliento.


Eso es el Atelier del Espectador, un espacio para compartir conocimiento, escuchar a los públicos y ofrecer un espacio donde puedan crear.


Hay que tratarle bien al teatro, y para eso debemos darle un golpe certero a la certeza y a la celeridad de la vida, preguntarnos ¿qué vimos?, ¿qué sentimos y pensamos?


Y finalmente, ¿Qué hacemos con esto? ¿Qué hacemos con el haber visto? ¿Qué hacemos con el haber sido parte de uno de los rituales más bellos de la humanidad?


Pienso que estas preguntas nos dignifican y dignifican al teatro.


Estas son las reflexiones de los miembros del Atelier del Espectador sobre

Mary para Mary, de Paloma Pedrero


Steven Martínez

Creación desde Mary para Mary
Porcelanicrón con pinturas acrílicas, hilos y papel (18x14x14)

Vi realmente a una mujer desesperada, un tanto perdida, pero que sabía lo que le iba a decir a su hija, ella quería decirle cómo era el mundo e idealizar el mundo en el futuro. Ella estaba decepcionada realmente de la manera en cómo los hombres se han comportado con la mujer. Y no sé si en sus escritos quizás ella se había quejado antes, pero sentí que sí lo hizo. Ella realmente quería decirle al público que recapacite, porque ella estaba a punto de morir entonces esa agonía de apurarse a hacerle a la gente pensar en cómo está la situación en este momento. Ella se sentía helada porque, como decía Sebastián (Sebastián Toabanda), estando rodeada de gente nadie compartía su punto de vista. Me gustó mucho que el vestido era blanco, como demostrando que ya no tiene nada que perder y como que está soltando todo, y el hecho de que el poncho se haga el bebe es la manera en cómo ella se arropaba en su hija, el calor que ella le daba.


Ahí ella se perdía, siempre se perdía en el espacio viendo alrededor, anunciando su muerte. Me encantó el detalle de la luz roja tenue en el final cuando se murió, justo antes, en su cara, y se desplomó totalmente. Sentía que lloraba mucho por dentro, me encantó el hecho de que ella quería que la gente se amara más en la amistad, ya que ella sabía cómo eran los humanos cuando están en una relación, cambian, son diferentes. En la amistad tienen la confianza, la razón de conocerse, o la pureza de sentir que esa persona es como es.


También me gustó mucho que culpaba a dios y luego se arrepentía, y ella no sabía si realmente creer o no. También me gustó el hecho de que su vientre estaba, creo que es que estaba sangrando, porque parió a Mary. Y ese dolor lo resistió por eso mismo, porque parió y quería seguir resistiendo.


Sobre la escultura

En principio está agrietada porque no le pulí bien, pero le busqué el sentido, se está agrietando como en su obra, se está abriendo, cayendo en pedazos. Es la forma de buscar en sentido, porque tenía que pulirle bien pero no tuve tiempo. Le falta una luz roja, quería hacer un circuito con luz led.


Yo sentía que el espacio cambiaba de formas, porque estaba en una conferencia, luego una cuna, luego una casa, luego un parque, luego nevando, luego en una nube.



Sebastián Toabanda


Grafito sobre papel, A5

Lo que vi en la obra es esa fuerza, esa necesidad de que le escuchen, de que le entiendan, estar aferrado a la vida para estar con ella en los últimos momentos, sentí un sentimiento bien grande al ver a una madre desesperándose para no irse del lado de su hija, estar con ella y tener que cuidarle, esa impotencia. Pienso que es una acción que cualquier madre puede hacer por alguno de sus hijos, lo ve sufriendo, y siempre va a estar con él, aunque esté mal o bien. Sentí que Lorena estaba sintiendo lo que Mary estaba sintiendo, esto es lo que me daba la razón de sentir la maternidad en eso. Porque sentí que ella lo estaba sintiendo y expresando como si fuera ella que pasaba por eso. Eso me transmitió bastante tristeza, aferrarse, el amor, la esperanza, está pidiendo a gritos que le escuchen, está pidiendo ayuda a cambiar algo, está reflexionando sobre todo lo que sucede, demuestra fuerza en todo lo que hace, tiene temor de irse sin dejar algo, la impotencia de gritar algo y que no le escuchen, saber que tienen al lado a la muerte, pero también a la vida, y sentirse sola aunque esté rodeada de gente.


Me gustó el símbolo de los cuervos, cuando se acercaban y estaban sonando, ya no le quedaba mucho, ya no tenía tiempo. Como lo cercano a la muerte.


Cuando decía que aplaudan, yo quería aplaudir. No aplaudí porque si aplaudo, pasa algo, le hago o no le hago, quiero hacer que ella sienta que estoy acá que estoy con ella, pero no pude. Tenía las manos, pero no pude. Dije, está actuando, seguro que es parte, pero, de verdad quiero. Hay veces en las que se tiene que intervenir y hay veces que no, hay veces que sí o sí tienes que encerrarte en tu cuadrado para expresar y hay veces que ese cuadrado se expande para todos y ahí todos participan.


Sobre el dibujo

Hice un dibujo, un dibujo representando cuando Mary tiene miedo a irse, y el sufrimiento de dejar a su hija sola. No es un dibujo tan elaborado, pero si le hice con cariño y pensándolo con detalles, con los cuervos representando el fin, o la tristeza en la cara de Mary, pensando en cómo le puede dejar sola a su hija y que tiene que quedarse con ella.



Primer Atelier del Espectador y primera Mesa del Espectador

Mary para Mary de Paloma Pedrero

19 al 26 de marzo, 2023

Participantes del Atelier del Espectador

Joel Toabanda, 19

Sebastián Toabanda, 16

Paúl Quiñonez, 22

Luis Quiñonez, 10

Steven Martinez, 21

Miembros de LunaSol Arte y Comunidad


Mediadores

Juan Ruales

Gabriela Acosta




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