El Atelier del Espectador empieza, parte 2
Joel Toabanda
Lorena entendía el contexto de la interpretación, que ella siente el dolor y lo que quiere impedir, entre el soliloquio que tenía Mary había momentos de caos y momentos de reflexión, y creo que era la celeridad y la ansiedad de querer hacerlo, me encanta como Lorena logra expresar todo. Es como una balacera de ideas y de sensaciones. Y ahí es como va cruzando distintas etapas, el caos, la reflexión, la piedad, cosas así, y va regresando a cada uno, no es consecutivo, sino que entrelaza puntos, y me encanta eso.
El uso del espacio me pareció interesante, me gustó la parte de poner en orden este jardín, como decía, que era su misión, de hacer algo concreto, era la misión que le dejaba a Mary y a nosotros. Me encantó la parte de la razón sensible, ese concepto me fascinó, y la aparte de que la mente puede con todo, y que la mente guía el accionar.
En el que veo, ahorita recordando un poco y teniendo en cuenta lo que escribí, puedo asegurar que vi celeridad, apuro, vi miedo, vi el poder. Porque es alguien que sabe de lo que habla, alguien que siente de lo que habla, alguien que representa lo que habla. No habla por hablar, todas las cosas que las dice las dice con un porqué. Y en base a una consecuencia que la vivió. Siento que tiene ese poder de estar segura de lo que habla. Y eso es muy importante cuando se dice algo, y mantenerlo ante cualquier cambio de situación u opinión, yo lo viví y si yo lo viví es porque pasa. Y tiene esa fuerza de no girar sus convicciones.
Sentía presión y sentía tensión y dolor por parte de Mary, también sentía su indignación. Lo rápido que habla creo que es, no sé si decirlo como algo sucio, no me refiero a que no esté pulido ni estructurado ni ordenado, sino que es constantemente un lanzar-lanzar-lanzar porque ya no le queda tiempo, porque habla de tantas cosas en tan poco tiempo que uno le deja botado. Es fuerte porque en algunos puntos relaciono conceptos, por ejemplo, el hecho de que la mente guía el accionar u ordenar el jardín. No son conclusiones, pero si son como puntos que conectan todo, desde esos puntos chiquitos comienza a salir las otras ideas y los otros pensamientos.
Pienso que ama mucho, que tiene un amor increíble y que tiene una esperanza muy fuerte y esa esperanza me preocupa porque es una esperanza basada en la nada. O sea, es esperanzarse en alguien. Y siento que ese amor que ella proyecta, lo proyecta de distintas formas, de fuerza, de indignación, de temor, de miedo, y creo que ese es el punto crucial de todo, que ella realmente ama, ama a Mary, ama a la humanidad, porque tiene esperanza en la humanidad, ¿cómo no vas a tener esperanza en algo que amas?, y le das tus últimos momentos a lago que amas. Siento que ante todo está el amor que tiene Mary por su hija, por Mary y por la humanidad.
De ahí, creo que me llegó el tema de esta persona que intenta cambiar algo, yo me siento identificado en esto. Siento esa fuerza de dejar ese legado, porque lo siento y porque lo llevo. No sé si es obligación, pero sí deber, un deber moral, de continuar algo que alguien luchó antes. Y si está en consonancia con mi militancia, que ese es otro punto, la militancia que lleva Mary, si es que ese legado está en consonancia con mi militancia, es mi deber continuarlo porque, así como ellos tuvieron esperanza en alguien, nosotros también tendremos esperanza, y si nosotros cumplimos con ella, alguien cumplirá con nosotros. Y nunca se sabe si se va a llegar a completar el legado que tuvo Mary, pero por lo menos sabemos que lo intentamos es un cambio al hacerlo, más que esperar a que las manzanas caigan.
Poema de Joel Toabanda sobre Mary para Mary
Cobijo temprano, sensación descendente,
respiración,
inhalar-exhalar
llamado a la cordura,
Mary, toma esa postura y configúrala según tu parecer,
devuélvele la vida a la noche que roba llantos,
en esta senda negra
maquillada con la nada,
cura mis blancas penurias.
sangriento sueño
encamina a un blanco deceso,
desesperanza teñida de armonía,
cubre el reflejo de las malas mañas,
la incomprensión del deceso,
naturalidad rutinaria
que busca opacar el helado camino,
Resignación
Impedir que algo más fuerte nos gobierne,
confiar,
vivir,
y soñar,
confiar en el humano,
vil pecado esperanzador,
lucidez oscura que ensordece el orden y manifiesta la razón.
Luis Quiñonez
Yo hice un dibujo. Sentí que todo estaba planeado.
Sentí felicidad por cómo se expresaba, estaba medio enojada. Porque estaba como angustiada. Me sorprendió. Me hizo pensar que la actriz se iba a morir. Estaba afuera de su casa. Había árboles, una silla, y agua. Estaba frío, a ella le daba como frío. Y le dolía la barriga, porque recién había tenido el bebe. Le decía palabras a su hija. Había un árbol que tenía hojas para escribir, y cada vez que decía una cosa veía allá. Y había un plato con agua y unos remedios para que no le duela mucho y le adormecía.
Ella está feliz porque está hablando con su hija una última vez
Paúl Quiñonez
Yo hice un poema, explicando más o menos desde el punto de vista de Mary, de su madre, y de todo lo que quería. Yo sentí que todo lo que habló Lorena era solo para su hija. Estaba sola en un mundo lleno de personas. Si escuchamos cómo decía, parecía que hablaba a 100 o 50 personas, decía véanme a mí, vean lo que hice por tener la creación que yo voy a dejar en el mundo.
También pensé que, lo que más quería dejar era una idea para que se vaya cimentando con su hija y esas ideas se conviertan en ideales para las siguientes generaciones.
Para que su voz, la que decía que les escuchen, que las mujeres no solo son objetos, no solo son placer para los hombres, sino también son personas individuales. que lo único que ella quería era estar con su hija y verla feliz, pero lamentablemente no va a poder, porque para su época los partos eran poco higiénicos, como ella misma decía que no le dejaban hacer como lo hacían antes en la antigüedad, libres, sino que iban hombres, la mayoría de veces sucios y con infecciones y hacían eso, eso es tenaz para mí. Y cómo por consecuencia de, va a tener que partir, es muy cruel para mí.
Poema de Paúl Quiñonez sobre Mary para Mary
Presa de un dolor que no puedo controlar,
dejada de lado
desde que supe
que yo era yo.
Abandonada en una fría habitación
donde lo único que me daba alivio era una vida que no era mía,
una vida que había crecido en mi interior.
Dichosa aquella vida, que aún sin estar consciente me ha salvado de una y mil formas.
Mientras rodeada me encuentro,
de ojos que no quieren ver,
de bocas que no paran de juzgar,
de oídos que no quieren escuchar,
todo y cada uno
siendo respuesta a lo que era una mujer
que solo quiere decir una verdad.
Que,
aunque no sea absoluta,
es en realidad un parteaguas.
En una sociedad donde la mujer solo sirve para reproducirse
y servir.
Donde su voz solo es escuchada por las paredes de esta habitación.
Esa voz que expresa suplicios y quejas.
Pero que también pueden expresar cariño,
cariño por el hombre que ama,
por una nueva vida
que ella había acertado como una nueva parte de su ser
y sin olvidar el dolor
que esta decisión había hecho en ella.
Un dolor constate,
incontrolable,
me hacía sentir cada vez más,
que este cuerpo ya no me pertenecía,
sino que le pertenecía a ese dolor,
y era consciente que
cuando fuera mi cuerpo más dolor que yo misma
Yo ya no estaría aquí,
¿pero acaso la salida de este mundo terrenal no es la mayor de las libertades?
lo acepto, pues yo elegí este camino,
lo que no acepto es dejar esa nueva vida
sin todo ese amor que pude haberle dado,
Pero la muerte no me esperará
ni esperará
nunca a nadie.
Nunca.
Primer Atelier del Espectador y primera Mesa del Espectador
Mary para Mary de Paloma Pedrero
19 al 26 de marzo, 2023
Participantes del Atelier del Espectador
Joel Toabanda, 19
Sebastián Toabanda, 16
Paúl Quiñonez, 22
Luis Quiñonez, 10
Steven Martinez, 21
Miembros de LunaSol Arte y Comunidad
Mediadores
Juan Ruales
Gabriela Acosta
Hermosas reflexiones, bello proyecto. Gracias por permitirnos ser parte....