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  • Foto del escritorLeón Sierra Páez

Lo posdramático


Boceto. Walter Páez. 2017

Si damos por hecho que la "personificación" o "covertirse en otro personaje" no es un trabajo creativo, lo posdramático se enunciaría como un espacio donde el actor "asciende" a régimen de co-creador con el autor o el director.


Técnica de actores utilizada como un parapeto para esconderse detrás ha existido incluso desde antes de la enunciación de la propia técnica -Stanislavski reaccionó precisamente a estas tecnologías románticas de performar el teatro. A partir de la estructuración de la técnica de los actores, cualesquiera que estas sean, vivenciales o no vivenciales, el problema del actor, siempre ha sido y será el del papel que juega la persona en el proceso de la representación.


Una vez inserto el ser humano en la cadena simbólica del lenguaje, es imposible no hablar de la representación. Los actores, son, en principio sujetos de esa cadena simbólica, hacedores de procesos de resimbolización (en el mejor de los casos), pero jamás la creación aparece de la nada.


En este aspecto, la característica creativa del trabajo de los actores no está por debajo del de los performers. El teatro posdramático ha evidenciado una brecha. Este aspecto filosófico de discontinuidad del sujeto o individuo frente a la representación ya la evidenció Brecht. Digamos que el Posdramático es otra manera de entender esa brecha, de materializarla en la narrativa de la representación, incluso de pretender una fuga del proceso de simbolización del lenguaje, donde Director, o público, son quienes "compran" las verdades del hecho escénico.

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